La solidaridad de vecinos, docentes y voluntarios de todos los rincones de la provincia se puso de manifiesto una vez más, ya que, con sus acciones desinteresadas,

estuvieron en la zona de desastre donde el pueblo de Siján sufrió las consecuencias de un alud de agua, lodo y piedras, que dejó familias enteras sin vivienda y una escuela, una de las más modernas con un equipamiento de primer nivel, arrasada por el barro, aunque las tareas de limpieza denotan que no existirían daños estructurales.

La directora y sus docentes "se pusieron al hombro" las tareas para rescatar, el día después del alud todo lo que pudieron. La institución cuenta con aulas, comedor, un laboratorio debidamente equipado y una radio. Este establecimiento es el más grande y con más tecnología del departamento de Pomán. Alberga a sesenta chicos de jardín de infantes, doscientos de primaria y trescientos de secundaria, muchos de Siján pero también de otras localidades vecinas como San Miguel, Rincón y Colpes.
"La obra solidaria llegó de todos lados", así lo manifestó el secretario de la escuela Leonardo Chasampi que cumple funciones desde hace dos años en la Escuela Secundaria Nº 62.
Tras un profundo relevamiento, expertos determinaron que no hay daños estructurales en la escuela, por lo que el Ministro de Educación de la provincia , José Ariza, tiene expectativas de que las clases puedan comenzar el día 5 como está estipulado en la agenda escolar 2014.

Entrevistamos a Leonardo

-¿Cómo fue esa noche de la catástrofe?

-Esa noche no pudimos ver nada. Nos dimos con la realidad al otro día cuando vimos la escuela que parecía tapada de barro. En realidad estaba hasta la mitad. Tuvimos una gran impotencia de no saber qué hacer y cómo actuar en ese momento.
-¿Qué fue lo primero que hicieron?

-Fuimos a ver a los alumnos, que sus casas estaban en las mismas condiciones que la escuela. El agua había entrado a sus hogares y se quedaron sin nada, entonces decidimos trabajar con ellos en el primer día.
-¿Que tarea hicieron con los alumnos?

-Llevarles alimentos y ropa. Después empezamos a ver cómo hacer para entrar a la escuela para recuperar documentación que poseemos allí y ver cómo hacíamos para sacar algunos materiales que se podían recuperar.

-¿Cómo actuaron en ese sentido?

-Entramos a la escuela poniendo tablas y palos para pisar y así llegar hasta la dirección, aunque terminamos hundiéndonos en el barro. A medida que pudimos recuperar algunos papeles seguimos entrando a otras aulas, siempre con la idea de recuperar lo que más podamos.

-¿Cuáles eran las prioridades?

-La parte de ciencias naturales y del laboratorio. Tenemos el mejor laboratorio del departamento y creo de la provincia. No se perdió todo gracias a Dios porque estaban a una distancia donde el barro no llegó. El barro alcanzó la altura de la mesada donde trabajamos en el laboratorio. Y teníamos un estante con instrumentos de electrónica, lupa, matraces, microscopio, entre otras cosas. Llegamos hasta ahí, rompimos las rejas y entramos. Lo llevamos a la casa de uno de los preceptores que gentilmente, nos presto un galpón y lo acondicionamos para que este bien seguro. Le pusimos puertas y rejas por era un espacio que estaba abierto.
Además, quiero aclarar que todos esos elementos los conseguimos en parte a través de nuestro esfuerzo, hicimos rifas, bingo para poder comprarlos. Cuando nos recuperamos nos pusimos muy contentos porque no había costado mucho conseguirlo.

-Entraste a la escuela sin medir las consecuencias
-No me molesta, no lo hice para que nadie me reconozca. Nosotros siempre pensando en los chicos. Las computadoras, televisor, el servidor de "Conectar Igualdad" también lo llevamos al galpón .La satisfacción que me queda es saber que los alumnos cuentan con algo para comenzar las clases.

-¿Cuál es la sensación que te quedó y qué descubriste después de la catástrofe?
La satisfacción es que hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance y más. No nos importa porque trabajamos con los chicos. La colaboración ha sido mucha. Pero también nos dolieron las habladurías sobre que nosotros nos llevamos las cosas de la escuela a nuestra casa... son cosas que pasan en los pueblos...

-¿Se perdió mucho?
-Si es demasiado..., libros recuperamos algunos. Se salvaron los libros que estaban arriba del metro y medio donde llegó el agua. Los libros de la asignatura de lengua y literatura están bien. Los de matemática no. Se perdió impresora y computadoras que estaban en la dirección. Mucha mobiliaria, documentación, libros de notas y registros de años.
Mucha gente se solidarizó con la situación, gente de todo el país vino a ayudar.