La cartera educativa local a cargo de Andrea Centurión a través de un trabajo articulado entre la Dirección de Educación Especial y el Sanatorio Junín, implementó un sistema de tableros de comunicación aumentativa y alternativa, basado en el programa Arasaac, con el objetivo de que los profesionales de la salud puedan comprender las necesidades de pacientes con dificultades en la comunicación oral.

 

El mismo, se da en el marco del proyecto de apoyos para una sociedad inclusiva y para su desarrollo, donde se elaboran tableros de comunicación con pictogramas, en función de las necesidades comunicacionales que se presentan cotidianamente en el sanatorio Junín. Es importante resaltar, que la comunicación aumentativa y alternativa, facilita la comunicación y la accesibilidad cognitiva a todas las personas que, por distintos factores (parálisis cerebral, diferentes enfermedades neurológicas como esclerosis múltiple o párkinson, distrofias musculares, traumatismos cráneo-encefálicos, trastornos del espectro autista, o personas que hablen otro idioma, afasias, personas con discapacidad intelectual o auditiva, personas mayores, etc.), presentan graves dificultades en estas áreas, que dificultan su inclusión en el ámbito de la salud.

La directora de Educación Especial, Marta Tapia explicó que esta propuesta tuvo como principal objetivo disminuir las barreras de la comunicación y aumentar la seguridad de muchas personas que asisten diariamente al centro de atención de la salud. En esta línea, agradeció a todos los que trabajaron arduamente para ofrecer este nuevo medio de comunicación inclusivo y colaborativo.

¿Qué es ARASAAC?

ARASAAC ofrece recursos gráficos y materiales adaptados con licencia Creative Commons (BY-NC-SA) para facilitar la comunicación y la accesibilidad cognitiva a todas las personas.

La Comunicación Aumentativa y Alternativa incluye diversos sistemas de símbolos, tanto gráficos (fotografías, dibujos, pictogramas, palabras o letras) como gestuales (mímica, gestos o signos manuales) y, en el caso de los primeros, requiere también el uso de productos de apoyo. Los diversos sistemas de símbolos se adaptan a las necesidades de personas con edades y habilidades motrices, cognitivas y lingüísticas muy dispares.